Recolección de semillas






Algo muy importante para mantener la calidad de nuestros alimentos es la recolección y almacenamiento de las semillas. En ésta epoca estamos cosechando gran variedad de hortalizas, sobre algunas de ellas les paso datos que pueden serles de utilidad.








                                         CALABAZA
   Cucurbita máxima, C. mixta, C. moschata, C. pepo
Obtención de la semilla: las cucurbitáceas son muy atractivas para
los insectos polinizadores, especialmente abejas y, aunque es posible
cultivar una variedad de cada especie sin mucho trabajo, si los veci-
nos cultivan también las mismas especies, el cruce es casi inevitable.
Se deja la calabaza madurar unas semanas antes de sacar las semi-
La especie que dió más frutos. ¿Cocinamos?
llas. Se parte el fruto por la mitad, se sacan las semillas y se lavan,
se frotan entre las manos para quitar las fibras.
Las buenas semillas tienden a hundirse en el agua, mientras que los desechos y las malas semillas flotarán y se pueden retirar fácilmente. Hay que secar las



semillas lo antes posible sin exceder los 30°C. Se etiquetan bien (po-



niendo todos los datos que se puedan) y se guardan en tarros.
Almacenamiento: las semillas duran de 3 a 10 años si se guardan en
buenas condiciones. Hay 4 semillas por gramo.

                                                 LECHUGA
    Lactuca sativa
Cultivo: las semillas de lechuga necesitan el frío para germinar y las
temperaturas del suelo no deben superar los 18oC. Por ello en verano
hay que refrescar la tierra un día o dos antes de sembrar dejando un
trozo de arpillera húmeda sobre las semillas y manteniéndola húme-
da. Es bueno poner las lechugas entre otros cultivos, se benefician de
las condiciones de humedad y sombra que les proporcionan.
Obtención de la semilla: son autopolinizantes, pero puede haber
una pequeña cantidad de polinizaciones cruzadas naturales (1-6%)
cuando están creciendo muy cerca diferentes variedades. Dos o tres
metros, o un cultivo alto entre dos variedades diferentes floreciendo
al mismo tiempo es suficiente para reducir la polinización cruzada a
cero.
No hay que guardar semillas de lechugas que se suban en seguida.
Esta selección producirá una subvariedad que tenderá a dar cogollos
pequeños que duran muy poco sin subirse.
Desde que está en la fase comestible hasta que se producen las se-
millas tarda dos meses. Los tallos con semillas a menudo necesitan
estacas y las semillas pueden caerse fácilmente. Maduran progresiva-
mente, cuando dos tercios de las flores se pongan blancas y plumo-
sas las plantas pueden ser cortadas y puestas a secar encima de un
papel o una bolsa. Para obtener la máxima producción de semillas,
con la planta sin arrancar, cada dos días hay que sacudir el tallo de
semillas dentro de una bolsa de papel para que no se pierdan.
Dicen que las primeras semillas que maduran son las mejores alimen-
tadas y las mejores para almacenar. En climas húmedos las semillas
se deben cosechar entre periodos de lluvias. La planta entera puede
ser cosechada antes de que maduren todas las semillas, y si se cuelga
cabeza abajo las semillas madurarán mientras el grueso tallo conti-
núe aportando nutrientes.
Después de que estén completamente secas hay que frotarlas entre
las manos hasta que se abran las miles de cápsulas. Tres cuartos de
la masa que se obtiene serán cáscaras y plumas. Poner la mezcla en
un bol y sacudirlo. El material más ligero se quedará en la parte de
arriba y se podrá recoger con los dedos o soplando suave. Pasando
por un colador fino dará semillas bastante limpias. Las semillas son
aplanadas, ovaladas, terminadas en punta, negras, marrones o blan-
cas. Una buena planta producirá más de 60.000 semillas.
Almacenamiento: cuando se almacenan en las mejores condiciones
(seco, frío y oscuro) pueden permanecer viables más de 5 años, de
otra forma se pierde el 50% de viabilidad en dos años y el 90% en tres
años, especialmente en los trópicos. Habrá unas 100 semillas por
gramo.


                                                      PEPINO
    Cucumis sativus
Obtención de la semilla: los pepinos sólo se cruzarán con otros pe-
pinos. Se necesita medio kilómetro de separación entre variedades
distintas que florezcan al mismo tiempo. Si se cultiva más de una hay
que polinizar a mano cada variedad. (Más adelante les voy a explicar como se hace) Se deja que el fruto madure completamente en la planta. Las varie-
dades pálidas espinosas se vuelven amarillo pálido y las verdes se
vuelven amarillo y marrón.
El color que toman al madurar es un indicador del tipo, de ahí que
los pepinos fuera de color pueden ser arrancados en ese momento.
El pepino maduro puede ser almacenado un tiempo antes de extraer
las semillas. Luego se escurre la pulpa y las semillas en un bol y se
dejan fermentar unos pocos días hasta que la gelatina que rodea las
semillas se haya disuelto. Este proceso también eliminará enfermeda-
des de la semilla.

Se lavan bien en un colador con agua corriente. Finalmente se espar-
cen en papel o en tela y se dejan secar durante una semana o diez
días. Deberán ser removidas de vez en cuando para que no se peguen
unas a otras.
Almacenamiento: las semillas durarán 4 años al aire libre si el clima
es seco y unos 10 años si se almacenan en condiciones ideales. Hay
unas 40 semillas por gramo.


                                                  PIMIENTO

    Capsicum annuum, C. frutescens, C. pubescens, C. baccatum
Cultivo: 15oC es la temperatura mínima para que germinen las semi-
llas.
Los pimientos son perennes en los trópicos y subtrópicos, pero son
tratados como anuales en climas templados. Los chiles toleran el frío
pero son sensibles a las heladas. En climas templados se cultivan en
macetas y se ponen en el interior en invierno.
Obtención de la semilla: las flores del pimiento son perfectas, y aun-
que son técnicamente autopolinizantes puede ocurrir el cruzamiento
por insectos. Enjaulando las plantas individuales con una tela para
sombra o tejido de polyester se pueden cultivar varias variedades y
guardar la semilla. Un túnel donde los insectos estén excluidos es
bueno para cultivar variedades de chiles.
De todas formas un aislamiento de 200 metros de otras variedades
asegura la total pureza. Para evitar cruces 50 metros es la mínima
distancia. En una pequeña huerta otro cultivo en medio puede cortar

el camino de vuelo de los insectos.
Cuando los ejemplares más fuertes y libres de enfermedades den
frutos bien formados seleccionar los mejores. Están listos nada más
alcanzar el color final para esa variedad. Se abre el fruto, se raspan
las semillas y se secan en un papel durante unos días. Las semillas no
necesitan ser lavadas.
Grandes cantidades de semillas pueden ser extraídas poniendo los
frutos maduros con agua en una batidora a velocidad lenta. La carne
y la pulpa se quedan en la superficie y pueden ser retiradas. Las se-
millas se quedan en el fondo. Si se trabaja con chiles, hacerlo en una
habitación bien ventilada a causa de las fuertes emisiones y asegu-
rándose de que todos los utensilios se lavan bien después.
Almacenamiento: las semillas son negras, crema o amarillas, aplana-
das y casi redondas. Cuando se guardan en condiciones (frío, oscuro
y seco) se mantendrán viables durante 5 años. Hay 150 semillas por gramo.
                                                       TOMATE
    Lycopersicon lycopersicon
Cultivo: la extrema diversidad del tomate hace que haya variedades
adaptadas a una amplia variedad de climas, desde áreas subárticas a
los trópicos.
Las variedades que toleran el frío normalmente tienen hojas grandes
que les permiten absorber la máxima luz solar. Estos se llaman to-
mates de hoja de patata. Los amerindios del cálido y seco suroeste
entierran sus plantas dejando sólo la parte superior sobresaliendo de
la tierra, lo cual estimula las raíces a lo largo del tallo.
Obtención de la semilla: los tomates son autopolinizados. La clave
está en examinar las primeras flores de cerca. Las flores del toma-
te son perfectas, los estambres masculinos forman un tubo alrede-
dor del estigma femenino. En las variedades modernas el estigma no
emerge más allá del tubo de estambres, en estas variedades la poli-
nización cruzada es rara y los criadores separan cada hilera por sólo
3 metros, sobre todo para no mezclar los frutos durante la cosecha.
En algunas variedades antiguas la punta del estigma en forma de “y”
sobresale del tubo de los estambres, estas variedades pueden recibir
polen de otras variedades. Para minimizar esto se envuelven las flores
o se ponen las plantas en un bloque cuadrado y se guardan sólo las
semillas de las plantas que estén en el medio del bloque.
Se deja que los frutos maduren un poco más de lo que estarían para
comer. Se abren los tomates, se exprimen y se extrae la gelatina con
las semillas y se pone en un recipiente cada variedad. Si son semillas
de un tomate seco y carnoso hay que añadir una pequeña cantidad
de agua. Se etiquetan los recipientes y se dejan en un lugar templado
durante 2 ó 3 días. Si no se agita se formará una telilla en la superficie
y tendrá lugar una fermentación beneficiosa, causada principalmente
por el microbio geotrichum candidum, que actúa sobre la viscosa ge-
latina que rodea las semillas.
La actividad antibiótica de la fermentación controla enfermedades del
tomate. El único peligro es dejar que el proceso de maduración dure
demasiado tiempo, llegando a una germinación prematura.
Después de unos días, no más de cuatro, se quita la telilla de la su-
perficie, se añade agua y se pasa a través de un cedazo, después se
lavan y frotan las semillas hasta que estén limpias.
La gelatina que rodea las semillas se habrá digerido y las semillas
aparecerán limpias. Extiende las semillas en un plato o papel, en una
sola capa y déjalas secar en un sitio, fuera del sol. Después de unas
pocas horas frota las semillas entre las palmas de las manos para que
no estén pegadas unas con otras.
Comercialmente se añaden unos litros de hidroclorhídrico a tonela-
das de jugo y las semillas se limpian muy rápidamente. De todas ma-
neras este método no libra de la gangrena bacteriana.
Almacenamiento: las semillas pueden guardarse unos cuatro años
en regiones templadas. Hay unas 300-400 semillas por gramo.

                                   MAÍZ
    Zea mays
Obtención de la semilla: la espiga macho se forma en la parte su-
perior de la planta y produce polen, el cual es esparcido cuando las
anteras cuelgan como pequeñas campanas.
La mazorca, con hilos saliendo de la parte final, es la parte femenina
de la planta. Cada hilo corresponde a un grano de la mazorca y debe
ser polinizado para que se forme el grano.
Generalmente los pedúnculos empiezan a soltar polen antes de que
salgan los hilos. Para asegurarse la máxima polinización el maíz debe
plantarse en bloques, no en filas simples.
Para mantener una variedad pura, en primer lugar hay que tener en
cuenta el aislamiento, en segundo lugar hay que ver como mantener
una diversidad genética suficiente para el mantenimiento de la varie-
dad. En tercer lugar hay que ver cómo seleccionar las de característi-
cas más fuertes y por último cómo procesar la cosecha de semillas.

Aislamiento entre variedades: el maíz es polinizado por el viento,
pero las abejas son atraídas por la abundancia de polen esparcido.
Para mantener una variedad libre de cruces o hibridaciones las ma-
zorcas que se recogen para semilla deben aislarse. Hay tres formas
de aislar las mazorcas del ligero y flotante polen:
- por la distancia: la distancia a otras plantaciones de maíz de otras
variedades es lo más importante. Se recomienda un mínimo de 500
metros para la pureza. De todas formas, la distancia al siguiente tro-
zo de terreno, la velocidad del viento y la dirección son los factores
realmente determinantes.
- por el tiempo: lo importante es que dos o más cosechas de maíz di-
ferente no estén esparciendo polen al mismo tiempo en la vecindad.
En regiones templadas, donde hay una estación de crecimiento larga,
se plantan diferentes variedades con un mes o más de diferencia y el
polen no se mezcla.
- aislando las mazorcas y polinizando a mano: este es probable-
mente el método más seguro y si estás muy interesado en preservar
variedades de maíz éste es el único método a usar. Para ello, se pone
una bolsa de papel en los pedúnculos masculinos antes de que se
abran y se cierra la bolsa con una grapa o con un alambre. Antes de
que salgan los hilos de las mazorcas se corta 1 cm de cada panocha
(sin cortar la punta de la panocha), esto le da el mismo borde a todos
los hilos. Se corta la hoja de cuya axila está saliendo la mazorca y se
pone una bolsa de papel cubriendo la mazorca hasta el tallo. En tres
o cuatro días los hilos habrán salido lo suficiente.
Hacia el mediodía se recoge el polen de espigas machos y se mezcla
todo en una bolsa. El polen de maíz no es viable más de un día en
climas cálidos.

Se esparce el polvo de los hilos en las mazorcas y se cubren las ma-
zorcas otra vez. Recordar que cada hilo corresponde a un grano y
por eso el proceso debe repetirse 3 ó 4 veces para asegurar una po-
linización completa. Cubrir las mazorcas y los pedúnculos de nuevo.
Hay que dejar las mazorcas cubiertas hasta que los hilos se pongan
marrones, éstas estarán verdes (receptivas) durante semanas.
Preservando los preciados genes: ¿cuántas mazorcas guardar?
Como el maíz depende de la polinización cruzada para su supervi-
vencia, es muy importante guardar tantas mazorcas como sea posible
para que las semillas tengan todas las características genéticas de la
variedad necesarias para la supervivencia de la estirpe. Guardando
semillas sólo de unas pocas mazorcas durante muchos años aumen-
tarán las autogamias y tienden a hacer que la variedad madure cada
vez más tarde hasta que pudiera ser que las heladas mataran a la
mayoría, y corren el riesgo también de padecer más enfermedades.
La cantidad de mazorcas a guardar depende de la uniformidad de la
variedad y su rusticidad, pero una media de 200 plantas es lo mejor
para evitar cualquier indicio de degeneración por autogamia. De las
200 hay que escoger las 100 mejores para trabajar con ellas (ver más
abajo). Se envuelven los pedúnculos de 50 de ellas y las mazorcas de
las otras 50 para asegurar la mayor diversidad genética posible. Para
evitar que una planta de maíz se polinice a sí misma, corta las flores
masculinas antes de que las anteras cuelguen y empiecen a esparcir
polen.
En un cultivo, las plantas del centro son las escogidas para guardar la
mazorca y cortar la flor macho. Las que están alrededor se dejan para
producir polen. Esto facilita una barrera contra polen extraño aterri-
zando en estas plantas centrales seleccionadas para semilla.
Selección de semillas fuertes: tiene que ser considerada la planta
entera, como en la mayoría de los vegetales. Por ejemplo no escoger
una gran mazorca de una planta tardía y pequeña. Márcalas con un
trozo de tela llamativa para avisar a cualquiera que están selecciona-
das.
Si se guardan 50 mazorcas se tendrán unas 4000 semillas. Dema-
siado para una huerta casera pero bien para intercambiar, vender o
regalar.


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