Cebollas


                       La cebolla (Allium cepa)
es una planta originaria principalmente de Asia Central, se trata de una de las hortalizas de consumo más antigua, y en la actualidad constituye uno de los ingredientes básicos de la cultura gastronómica mundial. Su cultivo en un huerto familiar o un pequeño jardín es sencillo y  puede realizarse durante todo el año y su cosecha se conserva durante períodos prolongados de tiempo.


Dentro de esta especie existen distintos cultivares que se responden mejor o peor a las diferentes condiciones climáticas, por lo que conviene consultar sobre cuáles son las variedades más aptas para su cultivo en la zona.
Como se trata de una planta de climas templados, la cebolla se cultiva preferentemente en áreas donde puedan recibir luz solar durante al menos 12 horas al día, a partir de bulbos que se encuentran en su fase reproductiva.
La planta crece mejor en suelos sueltos, sanos, profundos, ricos en materia orgánica, de consistencia media y no calcáreos.
El primer paso para proceder a su cultivo es rastrillar el terreno a una profundidad aproximada de 30 o 35 centímetros, suficiente para el desarrollo normal de sus cortas raíces, y luego se lo enriquece con una capa de compost de 10 centímetros de espesor.
A continuación, se procede a colocar los bulbos de cebolla con el lado de las raíces contra el suelo a 1a2 centímetros de profundidad, separados 10 centímetros entre uno y otro. En este punto debe tenerse en cuenta que, si se desea obtener cebollas de mayor tamaño, es conveniente no cubrir la totalidad de los bulbos con tierra.

Es indispensable mantener la zona de cultivo libre de malas hierbas, ya que estas representan una fuerte competencia debido al corto sistema radicular de la cebolla. Para ello se deben realizar reiteradas escardas, lo que también ayudará a airear el terreno, interrumpir la capilaridad y mantener suelta la tierra para ayudar a que el bulbo de la cebolla se expanda más fácilmente.
El riego también es importante porque una vez que la planta ha iniciado el crecimiento se necesita mantener un alto nivel de humedad en los primeros 40 centímetros del suelo. Por eso es conveniente aplicar hasta 2.5 centímetros de agua sobre la superficie cultivada. Es importante evitar los encharcamientos y excesos de humedad, ya que estos repercuten negativamente en la etapa final del cultivo.

 Si bien los suelos poco fértiles ayudan a producir cebollas que se conservan mejor, éstas suelen ser de menor tamaño, por lo que si se desea obtener bulbos más grandes es conveniente aplicar fertilizantes ricos en nitrógeno y potasio cuando las plantas alcanzan una altura de 15 centímetros y cuando los bulbos comienzan a crecer.

 La cosecha de cebollas se realiza cuando las hojas comienzan a secarse. Los bulbos se retiran con la mano, se les quita la tierra y se secan al sol por dos días, pero teniendo cuidado de removerlas una vez al día. Como se trata de un producto muy sensible a la humedad, la recolección debe realizarse bajo tiempo estable en días secos.
Trenzas de cebollas y ajos.
Luego de esto se conservan bajo techo en lugar seco, en lo posible sin que tengan contacto con el suelo.

Siembra de Agosto

Ùltimo mes de frío, y el primero del año para mi, porque es cuando empiezo a plantar las cosas que màs me gustan!
  • Acelga
  • Achicoria
  • Arveja
  • Batata
  • Berenjena
  • Espinaca
  • Lechuga
  • Orégano
  • Papa
  • Pimiento
  • Rabanito
  • Remolacha
  • Tomate
  • Zanahoria
Pero hoy quiero que conozcan una de las verduras que tengo todo el año:
 
 LA MOSTAZA  
La mostaza de hoja (Brassica juncea), también conocida como mostaza de la India o mostaza china, es una planta herbácea perenne que es cultivada para su uso como verdura de hoja y cuyas semillas se utilizan para la producción de aceite vegetal o como materia prima para la producción de la popular salsa de mesa.
Esta especie se cultiva por lo general como anual o bienal y puede alcanzar una altura máxima de entre 80 y 150 centímetros, presentando ramas largas y erectas, con hojas pecioladas y verdes muy ricas en vitaminas A y C, con una floración de color blanquecino o amarillento que suele aparecer naturalmente durante la larga estación cálida de verano.

Es de rápida maduración y fácil de producir que puede plantarse a inicios de primavera tres semanas después de las últimas heladas o a mediados de verano para proceder a su cosecha en otoño. Las producciones de esa estación son por lo general las de más alta calidad porque la planta maduró bajo condiciones más frescas en la mayoría de los casos.
Si se desea asegurar una cosecha durante todas las temporadas, se puede realizar siembras sucesivas de 10 a 14 días de diferencia.
Las semillas se entierran en surcos de 30 a 45 centímetros de distancia, debiendo ralearse las plantas que lleguen a crecer dentro de ese espacio antes de la floración. Se desarrolla muy bien en aquellas zonas donde predominan temperaturas medias mensuales de 15 a 18 grados centigrados. Prospera en áreas con días calurosos y noches frescas y es bastante resistente a la sequía.

Almàcigo de mostaza roja
Para tener un mejor crecimiento, la mostaza de hoja necesita ser cultivada en un suelo bien franco arenoso, mejorado con materia orgánica o estiércol, y libre de malas hierbas. Los ejemplares de esta especie son moderadamente tolerante a la acidez del suelo, prefiriendo un pH de entre 5,5 y 6,8.


                                  Riego y cosecha

Este tipo de planta de mostaza suele crecer rápidamente y sin parar, requiriendo que se limpie de malezas periódicamente la zona de cultivo y aplicar riegos durante los períodos secos.
Dependiendo de la variedad cultivada, la cosecha de la mostaza de hoja puede tener lugar a los 40, 45 o 5o días de la siembra, recolectando las hojas cuando estén jóvenes y suaves, y evitando utilizar aquellas que estén marchitas. amarillentas, o las provenientes de plantas sobre-maduras con semillas o flores adheridas.
Estas partes se pueden consumir crudas, cocidas al vapor o apenas salteadas en aceite. Toda la planta se puede cortar de una sola vez o se pueden cortar las hojas exteriores en forma individual antes de llegar a la época de cosecha. Las hojas jóvenes son suaves, con un sabor agradable y se pueden comer en ensaladas. Las hojas verdes más antiguas tienen mejor sabor cuando se cocinan.

Mostaza roja
 La hoja de mostaza tiene cualidades nutritivas superiores a la acelga común, sobre todo por su valor dietético que combina un bajo contenido calórico con un más alto y complejo contenido vitamínico. Además tiene un sabor que la distingue de la acelga, quizás cierto "picante" y resulta muy tierna.